miércoles, 28 de enero de 2009

Cofradía de la Coronación de Espinas de Zaragoza

El 14 de Enero de 1.951, en una reunión a la que se convocó a los miembros del Círculo Católico de Obreros de Nª Sra. del Pilar y de la Asociación de Antiguos Alumnos de las Escuelas del Ave María, se firmó el Acta Fundacional por la que se constituía la Cofradía de la Coronación de Espinas de Zaragoza. Los primeros Estatutos fueron refrendados por el Ilmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo Don Rigoberto Domenech
Paso Titular
"CRISTO CORONADO DE ESPINAS" (Manuel Guiral - Pedro Fuertes ,1781)
El Paso titular es el elemento principal de toda la procesión. Refleja en imágenes un misterio o momento relevante de la Pasión, en nuestro caso es la Coronación de Espinas, recordándoselo a quien contempla el paso de la Cofradía. Nuestro paso es propiedad de la Hermandad de la Sangre de Cristo y era acompañado tradicionalmente por los que serían nuestros fundadores. En 1951, al crearse la Cofradía, se solicitó su cesión.
Sus imágenes fueron talladas en el taller del escultor valenciano Francisco Borja y sustituyó en 1903 al anterior, una obra del siglo XIX atribuida a Luis Muñoz. Cuatro son las figuras que lo componen. La escena central de la coronación cargada de una gran expresividad está compuesta por la imagen de Cristo (del propio Fco. Borja), maniatado y recibiendo la cruel burla y por el romano que centurión que le corona. Es de destacar como el rostro de Cristo transmite a quien lo contempla sentimientos de resignación y perdón más que de dolor, sensaciones acentuadas ante el rictus sádico y cruel del centurión que le corona ayudado de unas tenazas. El soldado que contempla la escena con gesto burlón y el judío que increpa a Nuestro Señor son los personajes secundarios que completan el paso.
Desde la fundación nos hemos preocupado de conservarlo y embellecerlo en lo posible. Así, nada más recibirlo se le colocó una nueva greca, muy modesta, y un año después de hacernos cargo de él se procedió a su restauración (en los talleres Albareda) y a la colocación de sus cuatro hermosos faroles de cristal, en los que aparecen representados el anagrama de la Cofradía y diversas alegorías de la Pasión. En 1967, se sustituyó la greca por la actual mucho más rica, compuesta de adornos dorados sobre fondo en plata. Años más tarde se elevó la escena central para destacarla del resto de la obra.

Su carroza a sufrido diversas reformas, destacando la que se debió realizar necesariamente en 1981, al sufrir graves desperfectos tras el derrumbe le local donde se guardaba junto a otros pasos ( Garaje Solano, en el paseo de la Mina). Sus faldas de terciopelo marrón con fleco morado ocultan la estructura de la carroza, bajo la cual van instalas las baterías de alimentan la iluminación y la megafonía, una vara de recambio de la peana, algún tambor de repuesto, etc. Durante las procesiones se completa con un hermoso adorno floral.
La Carroza del Paso Titular es empujada en procesión por diez hermanos dirigidos por el Cabecero de Paso, que es su máximo responsable, se encarga de coordinar las labores previas y de dar las órdenes durante la procesión. Se le reconoce por una pequeña vara de mando (cetrillo). Los momentos mas delicados de su labor son los relacionados con la entrada y la salida de los templos, si bien también son los más emocionantes para toda la Cofradía.
Peana a Hombros
"CRISTO CORONADO DE ESPINAS" (Manuel Guiral - Pedro Fuertes ,1781)
Esta preciosa imagen, que procesiona sobre su peana a hombros, estuvo presente durante muchos años en la sacristía de la Iglesia de San Felipe y en no muy buen estado de conservación. Dada la coincidencia de su advocación con la de nuestra Cofradía y de común acuerdo con el párroco, solicitamos su tenencia a las autoridades eclesiásticas. Ésta fue concedida en 1962, siendo Hno. Mayor D. Victorino Ormaz Lecumberri, por el Sr. Arzobispo D. Casimiro Morcillo. Recibida su custodia se procedió a su limpieza y restauración y pasó a recibir culto en nuestra Capilla del Palacio de Fuenclara.
En 1975, durante las Bodas de Plata de la Cofradía, se cambió nuestro Vía-Crucis, trasladándose a la tarde del Domingo de Ramos. En este Acto la imagen recorrió las calles de la parroquia de San Felipe sobre una improvisada peana que era llevada a hombros por cofrades. Quizás fue el momento en que se hizo realidad el deseo expresado por su promotor. Pero este acto no volvió a repetirse.
El 4 de Abril de 1985, Jueves Santo, saliendo de la Catedral del Salvador (La Seo), procesionó sobre su actual peana a hombros de ocho cofrades. Esta vez lo haría de forma definitiva en el acto central de nuestra Semana Santa y desde entonces lo ha hecho ininterrumpidamente. Llegada la Pascua era devuelto a la Capilla de Fuenclara, donde fue testigo de los actos litúrgicos que allí se celebraron hasta el cierre de nuestra sede fundacional en 2.000.
Actualmente la Cofradía mantiene su custodia, si bien recibe culto en la parroquia de San Felipe, concretamente en el primer altar de su nave lateral izquierda (dedicado a la Virgen del Rosario). La Cofradía instaló una urna de protección y se procedió a redecorar la hornacina que lo acoge. Acompañando a Cristo se encuentran nuestras Cruces Inmemorian.
Historía de la imagen
La parroquía de San Felipe y Santiago el Menor ha acogido desde siempre una devoción especial por la advocación del Ecce-Homo. Fue por ello que, el 9 de Julio de 1780, uno de sus principales mecenas, el presbítero D. Baltasar del Garro, propuso al capítulo parroquial la construcción de una estatua del Stmo. Ecce-Homo, aprovechando la plata de un medio cuerpo de Santa Indulta (de estilo renacentista, S. XVI) que poseía la parroquia. En el libro de actas se recoge: "la nueva talla serviría en las funciones de la Iglesia en el altar y en peana para las procesiones".
La junta aprobó dicha propuesta y encargó al maestro platero Pedro Fuentes la elaboración de la obra, siguiendo el modelo que así mismo se solicitó al escultor Manuel Guiral. Según sigue detallando el acta de dicho capítulo, la talla estaría realizada en cobre o bronce para el cuerpo desnudo y plata para las vestiduras; debería tener una altura aproximada de 4 palmos, y un peso total de unas 400 onzas (1 onza = 28,7g. aprox.), 250 de cobre o bronce y 150 de plata; si bien el platero, dada la dificultad de la imagen solicitó sobrepasar notablemente este peso, cobrando como máximo 430 onzas y poner él mismo el resto en atención a la devoción del Cristo. Así mismo se fijó el precio de hechuras a 3 pesetas la onza y el resto de los costes de fabricación. Entre los compromisos, aparece, que la obra debería estar concluida para la Pascua de Resurrección del año 1781.
Mario de Lasala Valdés en su Estudio histórico y artístico de Zaragoza publicado en 1933, atribuyó erróneamente la talla al platero Lamberto del Garro, al parecer abuelo del citado presbítero y benefactor de la parroquia. Quizás sea la causa del equívoco que se viene cometiendo en cuanto al autor en diversas publicaciones.
Volviendo a su verdadero autor, Pedro Fuentes grabó su punzón en la parte trasera del manto; puede leerse claramente CESAE FVENTES (la clave “Cesae” era común a los plateros del gremio de Zaragoza). El busto se realizó, magníficamente según diversos entendidos, en bronce encarnado para la figura y plata para el manto que le cae desde el hombro izquierdo.
Manuel Guiral, autor del modelo, ha sido un artista poco reconocido pero de indudable calidad. Entre sus obras destacan las imágenes de El Salvador, San Pedro y San Pablo que presiden la fachada principal de La Seo de Zaragoza. Para nuestro venerado Cristo Coronado es posible que se inspirara en tablas de Juan de Juanes. Diseñó esta bella imagen de líneas esbeltas que representa a un Cristo de hermosas y resignadas facciones que, dolorido por el trance, baja su mirada y cruza sus atadas manos junto al lado izquierdo de su cintura.

Extraido de la pagina web de la cofradia: http://www.coronaciondeespinas.net/inicio.php


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