viernes, 30 de enero de 2009

Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción y Llegada de Jesús al Calvario. Zaragoza

En la primavera de 1953, varios vecinos del barrio Oliver se reúnen con el interés de formar una cofradía para promover el culto a Nuestra Señora de la Asunción, patrona del barrio Oliver. A esta reunión se invita al párroco de la capilla que por aquel entonces y hasta hace pocas fecha era Mosén José Bosqued, quién el 22 de junio de 1953 presentará ante el Excelentísimo y Reverendísimo Sr. Arzobispo de Zaragoza D. Casimiro Morcillo el proyecto de los primeros estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, que será aprobado el 9 de julio de 1953.
D. José Bosqued, que ya animara a la constitución de la Cofradía, impulsa de nuevo a los hermanos cofrades, esta vez, a revivir la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, participando activamente en la Semana Santa y rescatando del olvido alguna de las obras artísticas que posee la M.I.A. y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, para procesionar, junto con las otras imágenes de la pasión, que cada Viernes Santo y en el Santo Entierro, representan la pasión y muerte de Jesús por las calles de Zaragoza.
Tras los debidos trámites, tanto con la Iglesia como con los dirigentes de la Hermandad de la Sangre de Cristo, se opta por elegir el paso conocido como "La Copa", obra del escultor Tomás Llovet, y que de ahora en adelante pasará a llamarse "Llegada de Jesús al Calvario", ya que representa este pasaje de la pasión de Jesús, como reflejan los evangelios de San Mateo.
La obra refleja el pasaje de la pasión de la llegada de Jesús al Calvario y el ofrecimiento, a modo de burla, de vino mezclado con hiel y el expolio sufrido por Jesús y su inmediata crucifixión.
Esta composición fue llevada a cabo, única y personalmente, por Tomas Llovet, (escultor alcañizano 1770-1848, discípulo de D. José Esteve y Bonet) demostrando su maestría como así lo refleja la obra. En los primeros trazos a carboncillo en su cuaderno de trabajo, dibuja una composición donde Jesús como figura central es desnudado por dos sayones. De frente a ellos un soldado armado de alabarda, ofrece un vaso o taza a Jesús. La escena podría cerrarse con dos figuras mas, bien un Sumo-Sacerdote que señalaría el punto donde situar la cruz mientras un joven sayón prepara el agujero para tal fin, o bien, con una pareja de soldados situados tras la escena principal.
El domingo 24 de febrero de 1985 comenzaron los actos del XXV Aniversario de la Cofradía con la celebración de una misa en la parroquia de la Coronación de la Virgen.
En esta celebración se realizó la bendición de la nueva imagen de la Virgen, recibiendo el nombre de la Llegada de María Madre de Dios al Calvario.
Esta imagen que, posiblemente, sea la imagen de menor tamaño de toda la Semana Santa Zaragozana, recoge el gesto de dolor de la madre que siente cercana la pérdida de su hijo. Realizada en los Talleres Belloso, esta imagen, de mirada triste, muestra dos lágrimas resbalando por su cara. Tanto las lágrimas, como el cíngulo y la mantilla son aportaciones voluntarias de los miembros de la Cofradía entre los que tiene una gran devoción.
Aunque la imagen ya estaba bendecida para los días de Semana Santa de ese año, no desfilará con la Cofradía ya que el retraso con el que se entregó la imagen a la Cofradía, impidió la adaptación de la misma a la carroza.
La carroza incorporará un pedestal donde se coloca la imagen ofreciendo así una mejor visión, tanto de la imagen como de su manto.
Con motivo de su Cincuentenario y porque los años no pasan en vano, la Cofradía encargó una nueva imagen de la Virgen que a la que se le bautizó con el nombre de Virgen del Perdón y que fue bendecida en la Semana Santa de 2003.

Con la realización del Vía-crucis por las calles del barrio, varios cofrades proponen que se incorpore al Cristo Crucificado en el Vía-Crucis, pudiendo ser utilizada para procesionar la primera peana realizada para la Virgen y a la cual solo le harán falta unas pequeñas modificaciones.
El porteo de esta imagen recaerá en los cofrades con hábito, pudiendo (al igual que en la festividad de la Virgen) realizar relevos los vecinos del barrio que así lo desearan. La noche del Jueves Santo de 1961 saldrá por primera vez y a hombros de los cofrades para realizar el Vía-Crucis, la peana adornada solamente de laurel incorporando un pequeño faro que iluminaba a Jesús.
Desde la inauguración de la capilla de Ntra. Sra. de la Asunción en el 15 de agosto 1939, instalado sobre un fondo rojo y entre varias velas (a modo de altar), situado en la pared derecha de la capilla, el Xtimo. Cristo de la Paz recibía peticiones y rezos de los vecinos, convirtiéndose en el cristo de todos los fieles del barrio. La imagen, de procedencia desconocida, representa a Jesús crucificado sin vida, con la cabeza hendida en su pecho con sus ojos cerrados. Santísimo Cristo de la Paz (esta imagen salió de una forma alterna durante muchos años, dependiendo su salida, en gran parte, a la falta de cofrades que lo portaran, como por las quejas de otros cofrades al ser portado solo por vecinos del barrio lo que provocaba una imagen poco seria de la Cofradía.)
En 1977, y motivado por la falta de cofrades para portar la imagen a hombros (ya en los últimos años era portado a hombros por vecinos, a modo de penitencia,) se decidió no procesionarlo. Durante el transcurrir de estos años la historia del Santísimo Cristo de la Paz sigue viva, ya que desde el 10 de Octubre de 1979, día de la inauguración de la nueva Parroquia de la Coronación de la Virgen (que sustituirá a la antigua capilla, y que no podrá llevar el nombre de Ntra. Sra. de la Asunción al coincidir con el altar mayor del Pilar) la imagen cambiara de ubicación, pasando a presidir la capilla pequeña del nuevo complejo.
Tras 13 años sin procesionar, un decidido grupo de jóvenes cofrades, con el apoyo de la Junta de Gobierno, reanudaba esta tradición ya casi olvidada. El Santísimo Cristo de la Paz volvía a recorrer las calles del Barrio Oliver.
Portado a hombros e iluminado por la esquilmada luz de los cirios, se adueño nuevamente tanto de los corazones de los miembros de la Cofradía, como el de los numerosos vecinos que se dieron cita en la noche del Miércoles Santo de 1995.
Con gran esfuerzo, estos cofrades lograron completar el recorrido del Vía Crucis.

Extraido de la página web de la cofradia en: http://www.lallegada.com/index.htm

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